La inseguridad, los riesgos, el temor en el cual se vive en la sociedad latinoamericana, no es solo un tema de debate mas, sino una realidad que nos embarga día con día. La complejidad de este tipo de temática, es realmente extensa, con un sinnúmero de factores que lo acrecientan. Latinoamérica es considerado por expertos como la región más insegura del mundo.
Uno de los conflictos mas grandes que se manejan actualmente es la que se le adjudica a Estados Unidos por la violencia vivida en Latinoamérica, sin embargo la responsabilidad de todas estas situaciones recaen fuertemente sobre las autoridades latinoamericanas y el querer buscar culpables fuera de sus propias fronteras demuestran su poco control interno.
Dentro de los causales mas grandes de criminalidad de esta región esta el desempleo, el mal patrón educativo que se vive, la carencia de valores, y la desintegración familiar, aunque cabe resaltar que el estado actual del narcotráfico es un detonante de guerra que ha derramado mucha sangre en nuestras naciones.
En países subdesarrollados, con deseos de mejoras, las drogas y su distribución han llegado como una manera fácil de hacer dinero, abriendo paso también a la posesión ilegal de armas, concediendo libre camino a este sucio mercado, desconociendo su procedencia, pero otorgando poder a unos cuantos que toman la decisión de quien vive y quien no.
En esa lucha con las armas se encuentra dentro de las prioridades de los gobernantes de Latinoamérica, pero no es solamente la violencia lo que marca la inseguridad de nuestras tierras, sino también la falta de oportunidad, el nepotismo que marca la pauta del desarrollo de la juventud, pues en los países donde el porcentaje de criminalidad es alto, coincide con el alto nivel de jóvenes desempleados y sin asistir a algún centro de estudio. Es verdad que muchos países latinos tal vez no sufren del terror a la delincuencia como sus vecinos, pero se han convertido en puentes para el paso de narcóticos que ensucian a nuestras poblaciones, convirtiéndolos en parásitos de la sociedad, que lo único que buscan son ingresos fáciles para adicciones destructivas, y entonces al ser puentes ya se encuentran en riesgo, porque los contaminantes ya transitan por sus tierras, y tomaran posesión de ellas cuando lo crean convenientes.
Las instituciones lideres de nuestros países son tan culpables como los delincuentes de la realidad que nos aqueja, porque debido al extremo cuidado que ponen en sus intereses personales se olvidan que están en esos puestos para resguardar los intereses de sus naciones, y permiten que aquellos con mayor poder adquisitivo sean los que realmente lleven las riendas de poder, y manejen a su antojo la estabilidad de nuestros países.